La selección de Croacia tendrá que jugar a puerta cerrada su próximo partido como local en competiciones de la UEFA tras los incidentes de público en sus dos últimos encuentros de cuartos de final de la Liga de Naciones, contra Francia.
En aquella ocasión, los seguidores del cuadro balcánico incurrieron en comportamientos racistas y encendieron bengalas, lo que llevó al ente rector a imponer una sanción económica de 71 mil euros y la prohibición de vender entradas a su hinchada para su siguiente duelo como visitante.
Los partidos se disputaron el 20 y 23 de marzo, primero en Zagreb y luego en Francia, donde también se reportaron daños en el estadio y conducta impropia del combinado croata, que recibió seis tarjetas amarillas en el encuentro de vuelta.